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El seersucker da un efecto ligeramente arrugado a la tela. Esto se consigue utilizando distintas tensiones en el hilo. Es un cuadro vichy gordito al tacto y que no transparenta.
Además posee certificado Oeko-Tex®, el cual garantiza que la tela cumple con los estándares de calidad en cuanto a utilización de químicos y que no se han utilizado ninguna sustancia nociva para la salud en ninguna de las fases de elaboración y estampado de la tela.
No hay telas más atemporales que las de Vichy. Por más que pasen los años no se pasan de moda.
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El estampado tuvo su origen en la ciudad francesa con la que comparte nombre, Vichy.
En un primer momento, el estampado se utilizaba en manteles y servilletas. Pero desde 1946, en la época de la posguerra, se empezó a añadir este tipo de cuadros a las camisas de los hombres y mujeres que trabajaban en el campo.
En 1959 Jacques Esterel diseñó para la boda de Brigitte Bardot un original traje de novia con estampado de cuadros Vichy en rosa y blanco y detalles de encaje.
El modisto se saltó todos los estereotipos sobre el vestuario nupcial de la época y desde entonces, este print se asoció a la icónica actriz francesa y se convirtió en símbolo de la eterna feminidad.
Hoy, el estampado se reinventa cada temporada por diseñadores y por fashionistas en la calle, adaptándose a cualquier estilo. Fuente: El Attelier Magazine
